llega cuando, ilusa, pensás que no lo deseás. y llega y te empapa de alegría y
te vuelve a hacer ver que, como bien lo plasmó el gran nano en una de sus letras,
"de vez en cuando la vida toma conmigo café"... y te salen letras como esta
que le escribí no hace mucho.
hacía días que no te veía noches de mi pecho
sin tu latir pelo sin tus manos ojos
sin tu boca que les regala besos que desconocían hacía
una vida que unos labios no besaban
estas ventanas cerradas y callando les
contaban cosas
cuando se separan de los párpados que se van
abriendo tu boca duerme las persianas de tu alma
se abren en mi dirección y hacía noches que no
sentía tus piernas ni tus dedos ni tu voz mis manos te
recordaban y te recorrían la piel observaban mientras
dormías mi mirada te tocaba despacito mis
pechos te olían guardándose el renovado perfume
del sexo lo colocaba en una cajita circular y
a la noche siguiente lo dejaban salir así llegabas
otra vez me enseñabas las
fotos de tu alma cubierta de pestañas
me besabas mil veces los ojos y con esas dos
fotos me contabas tu historia y yo
sabía que eras cierto y
hacía días que no te olía en mi boca y
no te tocaba en mi respiración
hasta que una noche llegaste mientras dormía
y otra a la mañana al despertar y luego
fueron la mediatarde y los paseos en bici
ahora sos dicha enmascarada en mi aire
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