la chica de lata no sabe del hielo
se había buscado un témpano personal para
salvaguardarse de tu amor
se había mentido una y mil veces
se había perdido por las calles de una madrid hecha de
algodones ficticios y había caído en las blandas
paredes una y otra vez
pensó en el arte de la huída, en el lujo de la ceguera,
más no se imaginaba, torpemente, que el pecho tiene
mil ojos, y cuando 998 son vendados, siempre un par se
revela y halla la luz, esa luz que quema, mata
y convulsiona el espíritu
la chica de hielo no sabe del frío
se había creído inmune a tus brazos,
se había pensado sorda a tus labios.
se engañaba, se engañaba. hasta hoy cuando
temprano despertó y lloró todo lloró
sus besos lloró sus ojos lloró su cuerpo: ridícula
masa torpe lejos de tus manos
lloró pan lloró agua y lloró imágenes
compartidas
mañana se rió.
mañana se rió porque el tiempo pasó fugaz
y te volvió a ver y vuestros ojos se hablaron
otra vez. y ella ya no quiso callar más. brindó
por el encuentro consigo misma. brindó
por vuestros ojos reencontrados, como la
primera vez.
miércoles, 25 de noviembre de 2009
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